El cubo Pikler, define con claridad “adentro” y “afuera”. 

La combinación de las distintas caras (huecas, cerradas, caladas, con barrotes), posibilita al niño tener experiencias con la luz (mayor o menor claridad), y distintos grados de visión de lo que hay afuera, como un pequeño túnel.

Las caras diáfanas (huecos y barrotes), permiten una interacción social (interacción visual, intercambio de objetos) entre el niño que está “adentro” y un compañero de juego que está “afuera” de la estructura. Define arriba y abajo, crea un techo que baja la escala a la de un niño haciendo que este perciba las diferentes alturas (la del Cubo Pikler y la de la habitación).

Las caras con barrotes sirven como apoyo cuando se empiezan a parar, ya que tienen la dimensión adecuada para que la manito se pueda sostener con seguridad y practicar pararse y volver al suelo. Cuando empiezan a caminar, el techo tiene la altura perfecta para que pueda servir de apoyo, y luego los barrotes sirven de escalera para trepar!!!

Realizado íntegramente en multilaminado de Guatambu de 18mm

Los barrotes son de madera de palo blanco.

Todos los tornillos están avellanados - quedan insertos en la madera - para evitar roces y lastimaduras.